Pissaladiére

Estoy segura de que, el que más o el que menos, ha participado activamente de los excesos culinarios que se suelen cometer en fechas navideñas. Como ese es mi caso, y lo que me apetece comer son verduras, he preparado esta receta, passaladière.

El pasaladière es una especialidad gastronómica francesa, concretamente de Niza, en la Costa Azul en Francia. Podríamos decir que es la alternativa francesa a la pizza italiana, con la diferencia fundamental de que no lleva queso ni tomate.

Al parecer, el nombre deriva de la palabra “pissala”, salazón de pescado, en el dialecto local de Niza. Pissaladière se deriva de los condimentos Niçoise, pissalat, que, a su vez, se deriva del latín «piscis», que significa pez.  Originalmente se hacía a partir de los alevines de sardina y anchoa, pissalat ha evolucionado hasta convertirse en una mezcla picante de anchoas con sabor a tomillo, laurel, pimienta y todo ello aderezado con aceite de oliva.

Pissaladiére
MASA:

  • 100 ml. AGUA TEMPLADA
  • 1 HUEVO XL
  • 250 gr. HARINA
  • 2 CUCHARADAS ACEITE OLIVA
  • 20 gr. LEVADURA FRESCA
  • SAL

1.- Calentamos el agua y disolvemos en ella la levadura fresca.

2.- En un bol ancho echamos la harina, el huevo entero, el aceite, la sal y el agua con la levadura. Amasamos con las manos durante 10 minutos hasta que la masa quede elástica.

3.- Dejamos reposar un mínimo de 2 horas tapando la masa con un paño.

RELLENO:

  • 1,5 kg. CEBOLLAS
  • 2 LATAS DE ANCHOAS
  • ACEITUNAS NEGRAS
  • SAL
  • PIMIENTA
  • LAUREL
  • TOMILLO
  • ORÉGANO
  • ACEITE DE OLIVA

1.- Hacemos un sofrito con la cebolla y el aceite de oliva. Hemos de tener cuidado con la temperatura ya que la idea es que la cebolla quede blandita, no tostada. La cocinaremos durante unos 30 minutos.

2.- En la mitad del proceso añadiremos el tomillo, el orégano, el laurel, la pimienta y una pizca de sal, más bien poca, ya que hemos de tener en cuenta la sal de las anchoas que le pondremos al final. Trascurrido el tiempo del sofrito reservamos.

3.- Estiramos la masa ya fermentada con un rodillo y la colocamos directamente sobre la fuente que empleemos para el horneado.

4.- Vertemos el sofrito por toda la superficie de la masa. Ponemos las anchoas y las aceitunas negras por encima, distribuidas como más nos guste, y horneamos unos 20 minutos a 220º con el horno ya precalentado.

El resultado esta para chuparse los dedos. Os recomiendo que utilicéis más anchoas de las que yo he puesto, porque realmente lo mejor del plato es ese contraste de lo dulce de la cebolla y el salado de la anchoa, y yo me he quedado un poco corta.

Espero que os animéis a probarlo y ya me contaréis.