Con el otoño llega uno de sus clásicos, el membrillo. En casa siempre se ha elaborado un dulce de membrillo sencillo y muy rico, con poco más que membrillo y azúcar. El caso es que esta es una de esas recetas en las que, aunque parezca imposible la innovación y la diferencia, es muy posible que no encontremos dos dulces de membrillo iguales. Podemos encontrar recetas en las que se combina el membrillo con la manzana, en otras se aporta un punto de sabor añadiendo licores como podría se un licor de avellanas o incluso un Oporto. Podemos encontrar dulces de membrillos de texturas y colores muy variados, pero como denominador común tenemos el estupendo membrillo y una buena cantidad de azúcar.

No es esta la receta en la que podremos racanearle el azúcar, es este el ingrediente fundamental que dará consistencia al membrillo, así que no cabe más que añadirle el azúcar que precise. Si llegan a vuestras manos, o tenéis oportunidad de haceros en los mercados con un buen cargamento de membrillos, os animo a preparar esta receta, se trata de un dulce riquísimo que podéis preparar en casa y que os durará una buena temporada.

 

 

RACIONES: 6

TIEMPO: 1 hora + reposo

DIFICULTAD: baja

DULCE DE MEMBRILLO:


  • 1 kg. MEMBRILLOS LIMPIOS
  • 800 g. AZÚCAR
  • ZUMO 1 LIMÓN
  • 1 PALITO DE CANELA

 

1.- Comenzamos el trabajo limpiando los membrillos. Tenemos que pelarlos y retirarles el corazón de semillas interior. Cortamos los membrillos en dados y los ponemos en un bol.

2.- Añadimos al bol el azúcar y el zumo de limón. Removemos bien para que todo el azúcar y el zumo queden repartidos y cubrimos el bol con film transparente. Dejamos que el membrillo se macere con el azúcar de un día para el otro.

3.- Ponemos el membrillo ya macerado, con todo su jugo en una cazuela y añadimos el palito de canela. Cocinamos el membrillo durante 35/45 minutos. Debemos remover de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo de la cazuela. A medida que la fruta se va cocinando debemos estar más pendiente de ella y remover con mayor frecuencia.

4.- La única complicación que puede tener esta receta está en conseguir el punto de consistencia idóneo. Debemos de dejar que se cocine la fruta hasta que nos quede bastante espesa. El tiempo que llevará este proceso dependerá de la cantidad de agua que vaya soltando la fruta, pero perfectamente podremos andar entre los 35 y los 50 minutos. Al final el fruta habrá adquirido un tono rojo oscuro, agranatado. La cantidad de azúcar es uno de los factores más van a influir en el espesor y la consistencia del membrillo, cuanto más azúcar tenga la proporción, más posibilidades tiene de espesar.

5.- Una vez que tenemos la textura deseada podemos pasar la mezcla por la batidora para deshacer grumos y la vertemos en los moldes elegidos. Si utilizamos recipientes de plástico o silicona, el proceso de desmoldado puede que nos resulte más fácil.

En todos los casos, cuando llegue el momento de consumirlo, lo aconsejable es sumergir el recipiente en agua caliente durante unos minutos y probar a desmoldar el membrillo, resultará mucho más eficaz.