La receta de hoy está entre las más sencillas dentro del repertorio clásico gastronómico de nuestro país, unos sencillísimos guisantes con jamón de toda la vida. Los ingredientes son mínimos y asequibles, y el resultado de rechupete.
Como siempre la clave del éxito está en la calidad de los ingredientes, notaremos una diferencia considerable en el resultado si utilizamos guisantes frescos y tiernos y un jamón rico que lo estuviera igualmente si lo tomáramos con un trozo de pan. De hecho creo que estos han sido los mejores que he preparado nunca y estoy segura de que uno de los secretos ha sido el disponer de unos guisantes de categoría, recién cogidos de la huerta, buenísimos!!, gracias Sita.
Con respecto al vino podemos utilizar el que más nos guste, en este caso fue un Jerez Palomino Fino que le quedó estupendamente, pero eso iría un poco al gusto de cada uno.
RACIONES: 4
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 30 minutos
GUISANTES CON JAMÓN:
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500 gr. GUISANTES FRESCOS (pueden ser congelados)
- 2 CEBOLLAS
- 200 gr. JAMÓN SERRANO
- 1 VASO DE JEREZ FINO PALOMINO (podéis emplear otro vino)
- ACEITE DE OLIVA
1.- Si los guisantes son frescos los desgranamos de sus vainas y los cocemos en agua sin sal durante 15 minutos. Retiramos del fuego y refrescamos con agua fría para cortar la cocción. Reservamos.
No es necesario salar los guisantes ya que luego, en el guiso, el jamón aportará la suya.
2.- En una sartén amplia calentamos 4 o 5 cucharadas de aceite de oliva y sofreímos las cebollas cortadas en cuadraditos. Dejamos que se pochen hasta que estén blanditas, a fuego medio para evitar que se quemen.
3.- Cortamos el jamón en tiritas y lo añadimos a la sartén. Sofreímos el jamón con la cebolla durante 3-4 minutos, no demasiado para evitar que se ponga duro.
4.- Incorporamos los guisantes a la sartén y los dejamos que se integren con el sofrito durante 1 o 2 minutos.
5.- Añadimos el vino y dejamos guisar el conjunto durante 5 minutos removiendo de vez en cuando. Comprobamos de sal y servimos calentito.