Buñuelos de calabaza

Por estas fechas los mercados se llenan de uno de los productos de la tierra más típicos, la calabaza. Reconozco que, si echo la vista atrás, en casa no existía costumbre de utilizar este fruto. Para mí ha sido un descubrimiento, además de tener un sabor particular y único, se trata de un alimento con gran cantidad de características beneficiosas para la salud.

Son los antioxidantes por excelencia gracias a su gran cantidad de carotenos, reductoras de grasa y buenas contra la retención de líquidos, reducen el estreñimiento, se dice que previenen de algún tipo de cáncer, buenas para la vista… un grupo de cualidades importantes que la dan un valor adicional al que la calabaza ya tiene culinariamente hablando.

La receta de hoy, buñuelos de calabaza, son una opción para poder utilizar este producto en versión dulce. Además de los riquísimos purés y cremas que podemos preparar, guisos, sopas y panes, la vertiente dulce nos ofrece un montón de posibilidades.

Estos buñuelos, además de fáciles y rápidos de preparar son una alternativa sana y más ligera a los tradicionales. Su sabor no defrauda y su textura ligera y esponjosa. Os animo a prepararlos ahora que estamos en época de este genial producto, ya contaréis.

RACIONES: 17 ud.

DIFICULTAD: baja

TIEMPO: 20 minutos

BUÑUELOS DE CALABAZA:

  • 100 gr. HARINA
  • 250 gr. CALABAZA
  • 3/4 SOBRE DE LEVADURA (tipo Royal)
  • 2 HUEVOS
  • RALLADURA DE NARANJA
  • AZÚCAR MOLIDO O GLASS  (para decorar)
  • ACEITE SUAVE PARA FREÍR

1.- El peso de la calabaza corresponde a un trozo en crudo limpio de semillas y piel. Troceamos la calabaza en dados.

2.- En una cazuela ponemos a cocer la calabaza durante 25 minutos, hasta que esté bien tierna. Escurrimos y aplastamos con un tenedor hasta que quede reducida a puré. Colocamos la calabaza triturada en un colador durante 1 hora para que vaya soltando toda su agua.

3.- En un bol batimos los huevos y añadimos el puré de calabaza y la ralladura de naranja. Removemos bien hasta que se integren los ingredientes.

4.- Agregamos la harina y la levadura a la mezcla.

5.- En una sartén pequeña y profunda calentamos abundante aceite. Con un par de cucharas añadimos porciones de la masa a la sartén y dejamos que se frían a fuego medio alto por ambos lados.

6.- Retiramos a una fuente con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y pasamos a otra fuente con azúcar molido o azúcar glass para rebozarlas en él.

También podemos simplemente espolvorearlas de azúcar pero a mí me gustan más así, cubiertas por todas partes.