Bollos o panecillos de yogur

Hoy me apetecía amasar, así que me decidí a preparar algo para los desayunos que nos gustara a todos, unos bollos o panecillos de yogur. A pesar de no ser una receta difícil, estos panecillos de yogur llevan su tiempo elaborarlos, principalmente por los diferentes levados y los 25 minutos de amasado que no nos los quita nadie. De todas formas os puedo decir que el resultado vale la pena, conseguiremos unos panecillos ideales para los desayunos, estoy pensando en uno calentito con mermelada de higos, o las meriendas de los más pequeños de la casa. Se trata de un pan casi sin azúcar con una miga tipo brioche, un punto intermedio entre un pastelito y un panecillo.

La textura el muy esponjosa, y debido al amasado y los tiempos de fermentación, conseguiremos que se conserve en estado óptimo durante varios días. Aunque yo he utilizado yogur Larsa de vainilla por su cremosidad y sabor, podéis utilizar cualquier otro que os guste como un griego o de frutas.

 

TIEMPO: 4 horas

DIFICULTAD: baja

RACIONES: 17 bollitos

BOLLOS O PANECILLOS DE YOGUR:

  • 520 gr. HARINA DE FUERZA
  • 40 gr. AZÚCAR
  • 120 ml. LECHE ENTERA
  • 200 gr. YOGUR LARSA DE VAINILLA
  • 1 PIZCA DE SAL
  • 1 HUEVO
  • 70 gr. MANTEQUILLA
  • 25 gr. LEVADURA FRESCA DE PANADERÍA
  • 1 HUEVO (para pintar)

Bollos o panecillos de yogur

 

1.- Calentamos ligeramente la leche hasta que esté templadita y añadimos la levadura para que se disuelva en ella. Es importante que la leche no esté muy caliente ya que perjudicaría a la acción de la levadura.

2.- En un bol mezclamos la leche con levadura, el azúcar, un huevo, y 200 gr. de harina. Batimos bien con un tenedor y dejamos reposar durante como mínimo 30 minutos en un lugar cálido hasta que fermente.

Para los tiempo de levado, como en mi caso la temperatura ambiente no siempre acompaña, suelo dejar que fermente dentro del horno apagado, después de haberlo tenido encendido durante 1 minuto para que alcance una temperatura de 25ºC.

3.- Pasado este tiempo tendremos listo el prefermento. Añadimos el resto de ingredientes excepto la mantequilla. Comenzamos a incorporarlos primero en el mismo bol y después sobre una superficie de trabajo.

4.- Amasamos durante 10 o 15 minutos hasta que hayamos conseguido una masa elástica.

5.- Añadimos la mantequilla a la masa en trocitos. Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente para poder trabajarla.

Lo que era una masa elástica se convertirá, al añadirle la mantequilla, en una pasta de todo menos manejable, muy pringosa. No desesperéis, si seguimos amasando sobre la superficie de trabajo, veremos como la mantequilla se absorberá poco a poco y de nuevo volverá a ser una masa manejable, lisa y brillante.

Trabajamos la masa durante 15 o 20 minutos más.

6.- Colocamos la bola de masa en un bol ligeramente enharinado y lo dejamos que fermente durante 2 horas. En mi caso de vuelta al horno.

7.- En este tiempo la masa habrá triplicado su volumen. La trabajamos ligeramente para que pierda el gas de fermentación y comenzamos a preparar las diferentes porciones de nuestros panecillos.

8.- Hacemos trocitos de unos 58-60 gr. y los vamos colocando sobre la bandeja de horneado. Si queremos que nos queden independientes tenemos que colocarlos con bastante separación ya que tienen que volver a fermentar y crecerán bastante. Si como yo queréis hacer una especie de torta para separarlos una vez horneados los colocáis en una bandeja un poco más juntos.

Volvemos a dejar que fermenten hasta de dupliquen su volumen.

9.- Batimos un huevo y con la ayuda de un pincel de cocina, pintamos la superficie de los panecillos. Horneamos con el horno previamente caliente a 180ºC durante 20 minutos. Si vemos que la superficie de los panecillos se tuesta demasiado durante el horneado, los cubrimos con papel de aluminio.

10.- Retiramos del horno y dejamos que enfríe sobre una rejilla y ya tendríamos listos unos estupendos panecillos, que los disfrutéis.