Una de las estrellas del otoño gallego es la castaña. Se trata del fruto del castaño que, por octubre o noviembre se encuentra su momento, perfecto para recoger. Este año, para celebrar el Magosto, he preparado uno de los mejores bizcochos que he hecho, un bundt cake o bizcocho de castañas que quedó impresionante.
La base fue una crema de castañas que preparé previamente y de la que ya os hablé hace unos días. Esta crema es una maravilla por sí sola, a cucharadas, pero si la incorporamos como ingrediente principal de un bizcocho, os aseguro que el resultado es buenísimo.
RACIONES: 10
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 1,5 horas
BUNDT CAKE O BIZCOCHO DE CASTAÑAS:
- 400 gr. HARINA
- 230 gr. MANTEQUILLA
- 240 gr. AZÚCAR
- 3 HUEVOS
- 200 gr. CREMA DE CASTAÑAS
- 200 gr. NATA
- 1 cdita. LEVADURA
- 1cdita. BICARBONATO
- 1/2 cdita. SAL
- 1 cdita. ESENCIA DE VAINILLA
1.-En un bol añadimos los ingredientes secos, la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal. Mezclamos con un tenedor y reservamos.
2.- En un bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta que tengamos una crema aireada. Es imprescindible que la mantequilla esté blanda, a temperatura ambiente, con una textura de pomada.
3.- Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo bien hasta que se integre cada uno antes de añadir el siguiente. Agregamos la esencia de vainilla y la crema de castañas y mezclamos bien.
4.- Incorporamos la harina en 3 veces, añadiendo la mitad de la nata entre cada incorporación. Batimos lo mínimo necesario cada vez que añadamos harina o nata, lo justo para que los ingredientes se combinen pero sin batir demasiado.
5.- Untamos un molde con hueco interior con mantequilla y vertemos la mezcla del bizcocho. Damos unos golpecitos al molde ya lleno de masa para que esta se asiente, es bastante densa, y elimine alguna burbuja de aire que haya creado en su interior.
Es aconsejable que utilicemos estos moldes perforados por el centro ya que es una masa bastante densa y si no fuera así le costaría bastante cocerse en la zona central.
6.- Con el horno previamente caliente a 175ºC horneamos el bizcocho con calor arriba y abajo, sin ventilador, durante unos 55 o 60 minutos. Cuando esté listo lo retiramos del horno y lo dejamos enfriar 15 minutos sobre una rejilla antes de desmoldarlo. Esperamos a que esté frío para disfrutarlo.
Este bizcocho se mantendrá en perfecto estado durante varios día, jugoso y esponjoso.