Volvemos la vista a la cocina francesa para preparar una postre clásico, una mousse de chocolate. Aunque se trata de una receta realmente sencilla, en ocasiones nos encontramos recetas en las que se recurre a la gelatina para conseguir una textura espumosa. La realidad es que no es necesaria para nada, serán las claras a punto de nieve las que darán su característica textura aireada a este postre. Hoy he querido traeros la receta más clásica de la mousse de chocolate.

Como en casa somos muy de chocolate intenso, he utilizado chocolate 70% cacao para la elaboración del postre. Si preferís una mousse un poco más suave, siempre podemos utilizar chocolate con menos porcentaje de cacao o incluso sustituir la mantequilla por nata. Cualquiera de las dos opciones son perfectas para una mousse más suave.

Desde que en 1755 El cocinero francés Menón hace mención de esta receta de forma escrita, ha pasado mucho tiempo y se han ideado infinidad de recetas con este nombre. El en blog podréis encontrar algunas ideas de mousse para coronar cualquier comida, o simplemente para darse un capricho dulce como la mousse de turrón o la mousse de yogur de vainilla.

 

 

RACIONES: 4-6

DIFICULTAD: baja

TIEMPO: 20 minutos

MOUSSE DE CHOCOLATE


  • 175 g. CHOCOLATE 70% CACAO
  • 60 g. MANTEQUILLA
  • 75 g. AZÚCAR
  • 3 HUEVOS
  • SAL

1.- Derretimos el chocolate con la mantequilla a baño maría, removiendo constantemente. Cuando el chocolate esté casi derretido, apagamos el fuego y seguimos removiendo hasta que se disuelva totalmente con el calor residual. Reservamos hasta que se temple.

2.- Separamos las claras de las yemas y reservamos las claras. Cuando el chocolate esté tibio añadimos las yemas sin parar de remover hasta integrarlas. Es importantísimo que la temperatura del chocolate sea baja. Si estuviera demasiado caliente, cuajaría las yemas al añadírselas.  Reservamos.

3.- Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Cuando las claras estén casi listas, añadimos el azúcar poco a poco. Continuamos batiendo hasta conseguir un merengue liso y brillante,

4.- Añadimos el merengue al chocolate con yemas que tenemos reservado. Debemos hacerlo poco a poco, con movimientos delicados y envolventes, para evitar que pierda su estructura aireada y esponjosa.

Servimos en recipientes individuales y guardamos la mousse en el frigo hasta el momento de servirla. Al llevar huevo crudo entre sus ingredientes, es muy importante que consumamos la mousse el mismo día o, como mucho de un día para otro, manteniéndose siempre en frío.