Ya he comentado en ocasiones que me encantan los bizcochos y todo lo que signifique dulces secos, sin crema. Bizcochos, galletas, magdalenas, brioches, son, sin duda, mi perdición.  Hoy os traigo la receta de uno de esos bizcochos de rechupete, un bizcocho de melocotón, peach pound cake que combina la humedad de los trocitos de fruta con la textura de un bizcocho cremoso.

Lo que partió de la idea de preparar algo para los desayunos aprovechando la fruta de temporada, el melocotón y los peladillos, ha resultado un bizcocho increíble. La textura ligera, jugosa y húmeda, gracias a la fruta y con un punto cremoso y untuoso gracias a la mantequilla y la nata, hacen de este bizcocho un bocado de primera.

No se trata de un dulce más, el resultado es, en mi opinión muy bueno, un bizcocho de categoría que podemos preparar en poco más de 15 minutos, perfecto para desayunos y meriendas de toda la familia.

 

RACIONES: 10

DIFICULTAD: baja

TIEMPO: 15 minutos + 1 hora de horno

 

BIZCOCHO DE MELOCOTÓN, PEACH POUND CAKE:


  • 200 g. HARINA
  • 4 g. LEVADURA
  • 1 MELOCOTÓN 
  • 100 g. MANTEQUILLA
  • 150 g. AZÚCAR
  • 2 HUEVOS M
  • 100 ml. NATA
  • 1/2 cdita, ESENCIA DE VAINILLA
  • SAL
  • 50 g. AZÚCAR GLASS (para el glaseado)
  • 1 cda. ZUMO DE LIMÓN (para el glaseado)

1.- En un bol añadimos la harina, la levadura y la sal. Mezclamos con un tenedor y reservamos.

2.- En un nuevo recipiente añadimos la mantequilla, con textura de pomada, y el azúcar. Batimos hasta conseguir una crema blanquecina y espumosa. Aunque podemos hacer este paso a mano, con unas varillas, os aconsejo emplear una batidora. así conseguiremos una crema mucho más espumosa y voluminosa.

3.- Añadimos los huevos uno a uno, batiendo bien antes de añadir el siguiente. Incorporamos la nata y batimos hasta integrar.

4.- Incorporamos la mezcla de harina y mezclamos.

5.- Lavamos y cortamos el melocotón en dados y lo añadimos. Mezclamos ligeramente para repartir la fruta por toda la masa.

6.- Untamos un molde alargado con mantequilla y lo forramos con papel de horno. Vertemos la mezcla y la asentamos ligeramente. Con el horno previamente caliente a 180ºC, horneamos durante 60 minutos, con calor arriba y abajo y sin ventilador.

Debemos estar pendientes por si fuera necesario cubrir el bizcocho con papel de aluminio si viéramos que se quema la superficie durante el horneado. Al final del proceso comprobamos que esté cocido pinchando el bizcocho con un palito y comprobando que este sale limpio.

Retiramos el molde del horno y dejamos que repose durante 15 minutos sobre una rejilla. Desmoldamos el bizcocho y lo dejamos sobre la rejilla hasta que se haya enfriado totalmente.

7.- Una vez que el bizcocho esté frío preparamos el glaseado. Para ello en un cuenco añadimos el azúcar glass y el zumo de limón. Removemos bien hasta hacer una crema. En este punto debemos decidir si la cantidad de líquido ha sido suficiente para la textura del glaseado. Si vemos que nos hace falta algo más añadimos 1/2 cdita. de zumo de limón o incluso 1, poco a poco ya que seguramente será suficiente.

Es necesario que el azúcar sea glass, no vale utilizar azúcar molido. El azúcar glass contiene un porcentaje de almidón que es que dará la consistencia necesaria al glaseado. Con azúcar convencional no conseguiremos el glaseado que necesitamos.

8.- Vertemos el glaseado de limón sobre el bizcocho distribuyendolo por su superficie. 

Aunque no es necesario, el glaseado de limón dará un toque al sabor del bizcocho que le queda perfecto. Se trata sin duda de uno de los más ricos de mi repertorio, ya me contaréis.