Partiendo de la premisa de que disfruto cocinando, tengo que reconocer como mis mejores momentos los que paso con las manos en la masa. Los bollos de canela, el maravilloso babka de chocolate, bollitos de yogur, roscones, brioches sólos o rellenos, hacen que lo pase de maravilla. Es por esto que hacer estos bollos de anís me han servido de relax terapéutico a mitad de semana.

Ver como la mezcla de harina, levadura, grasa, huevos y azúcar, que inicialmente no promete mucho, se transforma en una textura elástica y brillante me encanta. soy consciente de que puede resultar algo trabajoso conseguir una masa perfecta de forma manual. Pero como muestra de que podemos hacer en casa sencillos dulces de masa fermentada con poco trabajo salvo la de la paciencia, tenemos esta receta de bollos de anís.

El trabajo de amasado es corto y las cantidades de grasa pequeñas. Con estas proporciones tendremos unos bollitos listos para los más peques, perfectos para tomar en los desayunos o las meriendas. El sabor es muy bueno y la textura esponjosa, así que no hay excusa para no hacer como yo y poneros manos a la obra.

5 de 1 voto
Bollos de anís
Tiempo de preparación
30 min
Tiempo de cocción
10 min
fermentado
3 h
Tiempo total
40 min
 

Pequeños bollos tipo bollitos de leche, con sabor a anís. Textura suave y esponjosa para unos bollos perfectos para desayunos y meriendas.

Plato: Breakfast, Dessert, dulce
Cocina: española
Etiquetas: anís, bollo, bollo de leche
Raciones: 12 ud
Calorías: 150 kcal
Autor: Sandra Novo
Ingredientes
  • 330 g. Harina de trigo
  • 3 ud. Huevos uno de ellos es para pintar
  • 100 g. Azúcar un poco más para espolvorear
  • 60 g. Mantequilla
  • 2 cda. Anís Licor
  • 75 g. Leche
  • 1 cdita. Sal
  • 15 g. Levadura fresca
Elaboración paso a paso
  1. Derretimos la mantequilla y la mezclamos con la leche caliente y el azúcar. Incorporamos el anís y los huevos y batimos bien.

  2. Añadimos la levadura fresca deshaciendola con los dedos. Mezclamos bien.

  3. En otro bol añadimos la harina con una pizca de sal. Incorporamos la mezcla de los líquidos y comenzamos a integrar la masa con la ayuda de un tenedor. En cuanto la masa comience a integrarse volcamos sobre una superficie de trabajo y comenzamos a amasar con las manos.


  4. Comenzamos intercalando 2 periodos de amasado de 10 minutos con otros 5 minutos de reposo de la masa. Este periodo de reposo hace las veces de amasado y es igual de necesario. Después de amasar durante 25 minutos tendremos una masa lisa y elástica. 


  5. Dejamos que la masa repose dentro de un bol engrasado, durante 2 horas en lugar cálido. Pasado este tiempo la masa habrá crecido considerablemente.


  6. Una vez fermentada, volcamos la masa sobre una superficie de trabajo, la desgasamos y le damos forma alargada. Dividimos la masa en unas 12 porciones y las trabajamos hasta darles forma de bola.

    Dejamos las bolas de masa sobre un papel vegetal en la bandeja que luego llevaremos al horno. 

  7. Dejamos que las bolas fermenten de nuevo, en lugar cálido, durante 1 hora. Una vez que los bollos hayan crecido, los pintamos con huevo batido y espolvoreamos azúcar por su superficie.

  8. Con el horno previamente precalentado a 200ºC, horneamos los bollos durante 10 minutos. Si vemos que se doran en exceso durante el horneado, lo cubrimos con papel de aluminio

  9. Una vez horneados los retiramos del horno y dejamos que se enfríen sobre una rejilla