Bocado tradicional de la zona de Melide. Pasta con ligero sabor a anís bañada en glaseado
Derretimos la mantequilla y dejamos que se temple antes de continuar. En un bowl mezclamos la mantequilla ya templada con las yemas y el licor de anís.
Añadimos poco a poco la harina y la vamos integrando con la ayuda de un tenedor.
Volcamos la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. La trabajamos hasta que nos quede una bola lisa y manejable, que no se nos pegue a las manos. Dejamos que la masa repose durante 1 hora antes de continuar.
Formamos los melindres cogiendo pequeñas porciones de masa, formando un rulo que enrollamos dándole su característica forma de aro.
Vamos poniendo los melindres en una fuente de horno y, con el horno previamente caliente, horneamos 8-9 minutos a 220ºC con calor por arriba y por abajo sin ventilador.
Una vez horneados dejamos que los melindres se enfríen totalmente sobre una rejilla antes de glasearlos.
En un cazo añadimos el agua y el azúcar y dejamos que hierva a fuego bajo durante 4 o 5 minutos. Colocamos los melindres en un bowl y los regamos con el almíbar recién hecho. Si dejamos que se enfríe se volverá más espeso y no podremos manejarlo.
Con un tenedor y mucho cuidado, este almíbar puede quemarnos bastante si lo tocamos, impregnamos los melindres de su glaseado de almíbar intentando ser rápidos.
Colocamos los melindres glaseados sobre una rejilla y dejamos que se seque el almíbar antes de consumirlos.