Hace ya 3 décadas que en Melide se celebra una fiesta gastronómica en torno a un dulce propio de la zona, el melindre. Cada segundo domingo de mayo, el pueblo pone en valor su oferta gastronómica en la que el melindre es la estrella.
El melindre es un bocado tradicional y único. Cada maestro repostero de la zona, guarda como un tesoro la receta de sus melindres que ha pasado, desde siempre, de padres a hijos.
Pese a no ser hija ni nieta de pastelero de Melide, quiero traeros mi receta de este dulce tan típicamente gallego. Los ingredientes son básicos y el proceso sencillo. Deberá quedarnos una pasta seca, que se deshaga en la boca y que compense el poco dulzor de su masa con el glaseado. Si no podéis acercaros a tierras de Melide a catar sus estupendos melindres el día de su fiesta. Os animo a preparar estos pequeños bocados en casa, son todo un descubrimiento.
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Bocado tradicional de la zona de Melide. Pasta con ligero sabor a anís bañada en glaseado
- 200 g. Harina de trigo
- 20 g. Anís
- 20 g. Mantequilla
- 4 ud. Yemas de huevo
- 200 g. azúcar para el glaseado
- 100 g. Agua para el glaseado
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Derretimos la mantequilla y dejamos que se temple antes de continuar. En un bowl mezclamos la mantequilla ya templada con las yemas y el licor de anís.
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Añadimos poco a poco la harina y la vamos integrando con la ayuda de un tenedor.
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Volcamos la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. La trabajamos hasta que nos quede una bola lisa y manejable, que no se nos pegue a las manos. Dejamos que la masa repose durante 1 hora antes de continuar.
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Formamos los melindres cogiendo pequeñas porciones de masa, formando un rulo que enrollamos dándole su característica forma de aro.
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Vamos poniendo los melindres en una fuente de horno y, con el horno previamente caliente, horneamos 8-9 minutos a 220ºC con calor por arriba y por abajo sin ventilador.
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Una vez horneados dejamos que los melindres se enfríen totalmente sobre una rejilla antes de glasearlos.
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En un cazo añadimos el agua y el azúcar y dejamos que hierva a fuego bajo durante 4 o 5 minutos. Colocamos los melindres en un bowl y los regamos con el almíbar recién hecho. Si dejamos que se enfríe se volverá más espeso y no podremos manejarlo.
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Con un tenedor y mucho cuidado, este almíbar puede quemarnos bastante si lo tocamos, impregnamos los melindres de su glaseado de almíbar intentando ser rápidos.
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Colocamos los melindres glaseados sobre una rejilla y dejamos que se seque el almíbar antes de consumirlos.
Unos roscos deliciosos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Gracias Montse!!
Hola Sandra! Como gallega he comido los melindres multitud de veces, pero nunca los he hecho en casa. Al ver tu receta me ha entrado el gusanillo. Con tus explicaciones parecen muy facilitos.
Como siempre presentas recetas caseras, sencillas y ricas. Es un gusto seguirte.
Bicos!!!
Gracias por tus palabras Beatriz. La receta es sencilla y si eres de melindres yo creo que te gustarán. Bicos!!!