Galletas italianas, Margherite di Stresa

Estas no son unas galletas cualquiera, son unas galletas de categoría. Buscando recetas de cookies de otros países, me encontré con ellas, unas galletas italianas, Margherite di Stresa. Son un dulce típico de Stresa, localidad del Piamonte italiano. Sobre su origen nada claro, se supone que fueron creadas por un pastelero local para la princesa Margarita de Saboya, alrededor del 1857, con motivo de su primera comunión, de ahí su nombre y su forma, margaritas.

El caso es que son una absoluta delicia, y no lo digo por decir, son unas galletas muy especiales. Su textura frágil, súper delicada y untuosa, hace que se deshagan literalmente en la boca. Su masa es igual de ligera que el resultado, fáciles de trabajar y con un ingrediente muy característico, emplea sólo la yema del huevo, pero no cruda, como es habitual, sino cocida.

RACIONES: 24 unidades

DIFICULTAD: Baja

TIEMPO: 15 minutos de preparación + 2 horas de reposo y frío

+ 30 minutos corte y horneado

Galletas italianas, Margherite di Stresa

MARGHERITE DI STRESA:

  • 150 gr. MANTEQUILLA EN POMADA
  • 130 gr. HARINA FLOJA DE REPOSTERÍA
  • 130 gr. FÉCULA DE MAÍZ, (Maicena, en la receta original se emplea fécula de patata, pero yo no la encontré)
  • 75 gr. AZÚCAR EN POLVO + PARA DECORACIÓN
  • 3 YEMAS DE HUEVO COCIDAS
  • RALLADURA 1/2 LIMÓN
  • 1 cucharadita EXTRACTO DE VAINILLA
  • 1 PIZCA DE SAL

Galletas italianas, Margherite di Stresa (13)

1.- Cocemos los huevos, dejamos enfriar y separamos las yemas.

2.- Batimos la mantequilla en pomada, bien blandita, con el azúcar y la sal, hasta que esté todo bien integrado y se cree una crema fina.

3.- Añadimos a la crema las yemas ralladas. Para ello utilizamos un simple colador. Ponemos las yemas en el colador y con la ayuda de una cuchara las vamos aplastando, con lo que irán cayendo en el bol en finísimos fideos. Removemos para mezclar bien.

4.- Añadimos la ralladura de 1/2 limón.

5.- Incorporamos la harina y la Maicena y removemos para que se integren bien todos los ingredientes. Nos va a quedar una masa muy blandita y fina. Hacemos una bola achatada y la envolvemos en papel film. La dejamos reposar y enfriar en el frigo hasta que endurezca lo justo para poder trabajar con el rodillo.

6.- Cuando la masa esté lista para trabajar la dividimos en dos partes para facilitar el manejo y empezamos a trabajar una de las porciones colocándolas entre dos papeles de horno. Estiramos la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de más o menos 1 cm. Para que todas las galletas salgan iguales, lo ideal es que nos ayudemos de dos palitos largos de ese espesor que nos sirvan de guía sobre los que apoyar el rodillo. Recortamos las galletas con la forma elegida, suelen ser con forma de flor, y las colocamos directamente en la bandeja del horno.

7.- Con el horno previamente caliente las horneamos durante 10-12 minutos a 175º. Procuraremos que nos queden más bien blanquitas, que no se doren prácticamente. Tenéis que tener especial cuidado a la hora de retirarlas de la bandeja de horno y pasarlas a la rejilla de enfriado. Son súper delicadas y es muy fácil que se rompan.

Las espolvoreamos con azúcar molido y las dejamos enfriar totalmente. Podemos conservarlas perfectamente en un bote hermético durante bastante tiempo.

Dicen que estas galletas llegan a su apogeo con el paso de los días, que están mucho más buenas al cabo de un mes que en el momento de hacerlas, no puedo deciros porque nunca he conseguido que nos duraran tanto, pero si lo dicen por algo será.

Espero que os haya gustado la receta y os animéis a probarlas.