Mermelada de mora

Hay una fruta que sólo se da en verano que está en el grupo de mis preferidas, las moras. Uno de mis recuerdos de infancia son los paseos que dábamos en casa para ir en la busca y captura de esta fruta silvestre, donde, aparte de ponernos perdidos de morado, disfrutábamos de lo lindo.

Hoy en día cada vez me resulta más complicado encontrarlas, por eso cuando doy con un buen puñado aprovecho para preparar mi mermelada favorita, mermelada de moras. Os prometo que el sabor nada tiene que ver con las mermeladas comercializadas de este fruto, es totalmente diferente, en mi opinión espectacular. A ver qué os parece a vosotros.

RACIONES: 500 ml.

DIFICULTAD: baja

TIEMPO: 40 minutos

MERMELADA DE MORA:

  • 1 kg. MORAS
  • 500 gr. AZÚCAR
  • ZUMO DE 1 LIMÓN

1.- Comenzamos lavando bien las moras y retirándoles los rabitos que pudieran haber quedado de la recogida. Pasamos las moras por varias aguas y dejamos que escurran.

2.- En una cazuela incorporamos las moras limpias, el azúcar y un buen chorrito de zumo de limón. Encendemos el fuego, inicialmente alto, hasta que adquiera temperatura y, cuando vemos que comienza a hervir, bajamos la temperatura para que se cocinen a fuego mínimo o medio.

3.- Tenemos que remover las moras periódicamente, sobre todo una vez que vemos que comienzan a espesar. Cocinamos durante 25 minutos y retiramos del fuego.

Vemos que fruta aún estará líquida pero en el memento es que se enfríe espesará bastante, así que, en mi opinión no es necesaria más cocción.

4.- En este punto podemos hacer varias cosas. Podemos triturar la mezcla con una batidora y ya estaría lista para guardar en botes. La otra opción, que hará que nos quede una mermelada súper fina, sería colar la fruta para retirarle todas las semillas.

Con un simple colador y una cuchara para ayudarnos, vamos pasando la mermelada por el colador, envasamos la mermelada y tendremos una estupenda mermelada, fina y muy sabrosa. 

Yo aprovecho las semillas y las guardo para consumir con yogur y cereales, el sabor es el mismo que el de mermelada y la textura crujiente.