Las ensaladas son siempre un recurso sabroso y saludable en cualquier época del año. En ocasiones asociamos las ensaladas con la cocina fría y de verano. La realidad es que podemos preparar platos de verduras templados que podemos tomar como acompañamiento o como plato único por lo nutritivo y versátil. Este es el caso de la receta que hoy os traigo, una ensalada templada de quinua y verduras.
La calidad del producto es importante a la hora de cocinar cualquier plato, pero esa importancia se vuelve fundamental cuando hablamos de verduras crudas o cocinadas al dente. En esta ensalada las verduras están cocinadas lo justo, manteniendo ese punto crujiente que me encanta para este tipo de platos. Los guisantes frescos la quinua, los espárragos y los champiñones son de primera para conseguir un resultado de lujo.
Quizá muchos tengáis en casa un paquetito de quinua desde hace tiempo que acabará olvidado porque no sabéis cómo emplearla. Con esta receta os cuento cómo cocinarla y os presento una forma perfecta para consumirla, en ensalada.
En secreto para conseguir una quinua o quinoa perfecta es lavarla mucho antes de su cocción. Debemos hacerlo hasta que el agua salga limpia y se elimine la saponina. La saponina es una especie de jabón que dejará el agua de lavado blanquecina hasta que desaparezca y es la responsable del amargor de la quinua. Una vez que tenemos la quinua bien limpia, sólo nos queda cocerla hasta que quede suelta y con el grano entero.
Os animo a disfrutar de una cocina saludable, ligera y sabrosa y, de paso, descubrir productos e ingredientes para hacer nuestro día a día en la cocina más divertido.
RACIONES: 4
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 40 minutos
ENSALADA TEMPLADA DE QUINUA Y VERDURAS:
- 200 g. QUINUA
- 300 g. CHAMPIÑONES PORTOBELLO
- 400 g. GUISANTES FRESCOS
- 1 MANOJO DE ESPÁRRAGOS TRIGUEROS FRESCOS
- ACEITE DE OLIVA
- SAL
1.- Comenzamos lavando la quinua. Tenemos que enjuagar la quinua en abundante agua fría para eliminar la saponina que la recubre. Esta sustancia es una especie de jabón que recubre el grano y que debemos eliminar para evitar el amargor del cereal. Para ello lavamos la quinua, aclaramos abundantemente con agua y la escurrimos.
2.- Para cocer la quinua ponemos agua en una cazuela. Consideramos una proporción de 2 partes de agua por cada parte de quinua. Cuando el agua comience a hervir, añadimos la quinua que tenemos bien lavada y escurrida y una pizca de sal. Cuando comience a hervir de nuevo el agua tapamos la cazuela y cocinamos a mínima potencia durante 18 o 20 minutos.
En este tiempo y con la cazuela tapada, la quinua estará seca, cocinada y suelta. Reservamos.
3.- Ponemos a cocer los guisantes con una pizca de sal. Si los guisantes son frescos y dependiendo de su tamaño, la cocción puede durar entre 5 y 10 minutos. Lo ideal es que estemos pendientes para retirar los guisantes en cuanto comprobemos que están tiernos. Si empleamos guisantes congelados, seguiremos las indicaciones del fabricante en cuanto tiempo de cocción. Reservamos.
4.- Eliminamos los restos de tierra de los champiñones y los cortamos en cuatro trozos. Calentamos un buen chorrito de aceite de oliva en una sartén y, cuando esté caliente añadimos los champiñones. doramos los champis hasta que estén en su punto, manteniéndolos al dente. Reservamos.
5.- En la misma sartén añadimos los espárragos trigueros cortados en bastones. Los cocinamos hasta que estén en su punto y reservamos.
Montamos nuestra ensalada combinando todos los ingredientes, la quinua, los guisantes, los champiñones y los espárragos. Se trata de un plato sencillísimo que en cas nos encanta, una ensalada templada perfecta para las cenas.
Uummmmmmmmmmm con lo que me gusta la quinoa me llevaba un plato de esta ensalada ya mismo para comer , se ve divinisima y seguro que esta de rexupete.
Bicos mil y feliz incio de semana wapa.
Gracias Chus!!! la quinua es verdad que es perfecta para ensaladas :-) mil besos!!
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa… en casa siempre hay quinoa (o quinua, como se dice en origen pero menos habitual por estas tierras). Ahora la compro roja, me parece más suave y más agradable, pero una u otra, siempre tengo un tarro y esta receta me parece una buena forma de usarla.
Ana, la roja aún no tuve oportunidad de probarla… gracias por tu comentario siempre!!